lunes, 25 de febrero de 2008

Animal Totem

Vamos a sacaros de encima el tema ese del fin del mundo y hablar de otra cosa.
Hace un par de días mi amiga Andrea me comentó, a raíz de lo del plan de hacerme un tatuaje, que ella se haría una pantera porque era su "animal tótem". "Un animal tótem?" -pregunté yo, y con mi habitual charm añadí- "y eso qué chumpeter es?".

Por suerte mi amiga Andrea me tiene mucha paciencia y se toma las cosas con buen humor. Me explicó que es el animal con el que identificas. Se te aparece en sueños, te acompaña. Ella me contaba que tenía sueños desde niña en los que ella era una pantera, o que una pantera la acompañaba o que su sombra era la de una pantera. Más allá de lo poco lógico, autosugestivo y arbitrario que el concepto aparente ser, la idea es chévere.

Y ahora que lo pienso, Andre efectivamente me recuerda a una pantera. No porque sea negra y coma carne cruda, sino por su forma de ser. Sus ojos y su forma de moverse son sinceramente felinos. Y es bastante física: hace muchísmo deporte, y es considerablemente buena en ellos. Si algún día me atrevo a jugar aunque sea metegol-tapa con ella, seré humillado miserablemente. Además se tiene muchísima confianza, y, si bien le encanta estar en grupos, no tiene problemas en estar sola.

Otro amigo mío que desde siempre ha tenido un tótem es Pepo. En su caso es un lobo. Siempre tuvo una fijación por ellos. Pepo es agresivo al comienzo, hasta que uno lo conoce bien, y es bastante más amable; aunque nunca termina de bajar la guardia. Sé que es capaz de luchar hasta la muerte por lo que cree. Y cuando está con sus amigos (su manada) está mucho más seguro y feliz.

Claro que no todos los tótems son carnívoros come-gente. La chica del otro continente es una mariposa. Siempre lo fue. Solo que ella no lo sabía, aunque ahora no le queda la menor duda. Es el ser más libre del mundo, admirado por todos y a la vez fuerte y frágil.

Y claro, están otros menos solemnes como el de mi amigo Lu, que es un gato doméstico a rayas anaranjadas y poquito subido de peso. Bastante sabio a su manera. MUY inteligente. Aguanta a la gente un rato hasta que se harta y se va; se queda un rato solo, luego vuelve. Es más que capaz de proveerse de alimento a sí mismo, pero le es más cómodo comerse las bolitas insípidas que le sirven, y luego quejarse de su sabor. Mucha gente no lo comprende, pero a él no le interesa eso un pepino. Y protege con su vida a su familia y amigos, aunque nunca lo admitirá y huirá de ellos cuando le manifiesten cariño, y -una vez solo, seguro de que nadie lo ve- sonreirá.


Ahora, a mí la cosa se me da más difícil. Yo nunca he soñado nada de eso, ni nadie me he identificado con ningún animal. Cada vez que he pensado en un animal tótem lo he hecho de manera forzada y siempre me sale algo diferente. Aunque generalmente es un animal grande y muy peludo, que te podría matar pero que es generalmente muy manso. Algo así como un perro San Bernardo o un oso Grizzlie.

Pero sinceramente no me considero tan grande. Y definitivamente no soy tan peludo -más bien me estoy quedando pelado-.
De niño soñaba que volaba. Pero muy al raz del suelo y super rápido.
Volaba dentro de pasadizos y sobre las carpetas de mi salón de clases.
Volaba y me robaba las gorritas de mis amigos scouts.
Me metía a un salón por la ventana y salía por la puerta hacia un pasadizo, todo volando a toda velocidad.
No, no era una mosca. Era yo, volando sin alas, más o menos como Peter Pan.
Pero... Peter Pan puede ser un animal tótem?
Se necesita tener uno?
Para qué sirve?
Cuál será mi animal tótem?
Y el tuyo?

Gracias por leer hasta aquí.

6 comentarios:

Cys dijo...

Peter Pan? Puede ser, siempre has sido juguetón y niño. Sí te identificaría.

Cathe dijo...

Hola! La definición de totem es: “un animal, planta u objeto natural que sirve como emblema y puede ser referido a un ancestro o guardián”. Por lo tanto, pienso que Peter Pan, aunque tiene rasgos parecidos a la parte de niño que tiene Alvaro como dice Cys, no es su totem.

Yo pienso y propongo que el totem de Alvaro es el potro salvaje.Y ahora les digo por qué. Lean lo siguiente:

“Era un joven potro de corazón ardiente. Ver correr a aquel animal era, en efecto, un espectáculo considerable. Corría con la crin al viento y el viento en sus dilatadas narices. Corría, se estiraba; se estiraba más aún, y el redoble de sus cascos en la tierra no se podía medir. Corría sin reglas ni medida, en cualquier dirección del desierto y a cualquier hora del día. No existían pistas para la libertad de su carrera, ni normas para el despliegue de su energía. Poseía extraordinaria velocidad y un ardiente deseo de correr. De modo que se daba todo entero en sus disparadas salvajes y ésta era la fuerza de aquel caballo.

En bellas tardes, cuando las gentes poblaban los campos inmediatos a la ciudad -y sobre todo los domingos-, el joven potro trotaba a la vista de todos, arrancaba de golpe, deteníase, trotaba de nuevo humeando el viento para lanzarse al fin a toda velocidad, tendido en una carrera loca que parecía imposible superar y que superaba a cada instante, pues aquel joven potro, como hemos dicho, ponía en sus narices, en sus cascos y en su carrera todo su ardiente corazón.

Las gentes quedaron atónitas ante aquel espectáculo que se apartaba de todo lo que acostumbraban ver…”

Es parte de un cuento muy bonito que encontré hace poco. Sigue con cómo la gente comienza a comprender poco a poco, el correr de este potro que les parecía poco convencional y a admirarlo y luego...bueno no les cuento el final sino malogro la historia.

A mi me ha hecho hoy recordar muchísimo a Alvaro, a su ímpetu y deseos por correr el mundo, por vivir y conseguir sus sueños, pienso en su forma tan peculiar de hacerlo…que aparece como impetuosa, ruidosa y poco ceñida a las normas aunque totalmente entregada, amorosa y valiente, creo que poco comprendida aún, pero que lo será, estoy segura más adelante, cuando sea un gran caballo.

¿Qué opinan?

Saludos.

Mariella Villanueva dijo...

a mi me gustan las vacas.
y los chanchos.

Andrea dijo...

HOla!
Estoy de acuerdo con Cathe. ALvarito es un potro salvaje. aunque aveces las normas lo hacen reflexionar, sabe tomar las decisiones siguiendo a su corazon, si esta de acuerdo las acata y sino pa que!.. sigue libre a sus instintos y a lo que su corazon manda.
Cathe te conoce bien e igual que los que te conocemos hace ya mas de un siglo, pues podemos darnos cuenta que tu animal totemico delegado es muy acertado!
;)
Buena Cathe !!!!

Al Barito dijo...

Un potro salvaje eh... Nunca se me hubiera ocurrido. Aunque sí tienen algo de razón... Habrá que correr más ahora pues, pero ya habrá que fijar un rumbo. Ya es hora.

Hamlet dijo...

Hola Alvarito. Recien conozco tu blog. Está chevere. Me vaciló las descripciones de Jose Antonio y de Luciano. Están muy acertadas. Que animales serian los otros apendisiacos? Jajaja