miércoles, 27 de febrero de 2008

Potro Salvaje


El potro salvaje corre y corre. Está lleno de vida y de energía, es muy impetuoso. Pero es impredecible, y ni él mismo sabe hacia dónde corre ni para qué porque su exceso de energía le impide trazarse un curso y seguirlo. Cambia de rumbo constantemente, solo guiado por sus ímpetus, su indecisión, su inmadurez.

Obviamente es un incomprendido. Ni él mismo sabe qué es lo que está haciendo. Sólo sabe que tiene un montón de energía y por eso corre y corre. Porque no tiene otra opción.


Definitivamente eso me define. Ahora que me pongo a pensar sí soy un poco así. Apurándome hacia muchos sitios al mismo tiempo, sin llegar a decidirme por ninguno, y por ende sin realmente moverme de mi punto de partida.


Me han hecho pensar (leer comentarios de entrada anterior). Si ése es realmente mi animal tótem, pues tengo que cambiarlo. Tengo que convertirlo de una vez en un caballo adulto. Tengo que decidirme por un rumbo y quedarme ahí.


Gracias por leer hasta aquí.

3 comentarios:

Mariella Villanueva dijo...

MMM...Interesante...

Cys dijo...

no tengo ni idea de cuál sería mi totem...

Joel Jones Pérez. dijo...

He llegado tarde.
Yo queria proponer al demonio de Tasmania, que es en extremo apropiado tambien.
Pero por otro lado me da gusto ver a Anacleto vivo y saludable (generalemente es lo opuesto). Este cual es? Anacleto XXIII?
Que viva el potro!